Definiciones 1995

Pensamientos:
FUTBOL:
La verdad es que, ver un deporte, lo mismo en televisión que en directo, siempre me
ha parecido una tontería. Admito que practicarlo pueda resultar entretenido,
como pasatiempo, como ejercicio físico, para estar en forma, para descargar adrenalina;
pero ver como lo practican personas desconocidas, o aún conocidas,
lo encuentro un poco absurdo. Igual que atender a una partida de parchís ajena.
ni te va, ni te viene. Ni instruye, ni es artístico, ni hostias benditas.
Y quien me venga diciendo que el fútbol es un arte, le suelto que el ajedrez es un
juego de azar, la petanca ejercicio físico completísimo y el backgamon un deporte
de olimpiada.
Pues, no sé cómo, Pronos me enreda para ir a un partido del Real Zaragoza contra el
atlético de mengano. Bueno, al menos, puedo caer en el sempiterno juego del hemos
ganado o han perdido, dependiendo del resultado. Pronos, que sabe muchísimo de fútbol,
comenta que es un partido importante. Hemos rellenado unas quinielas especiales de un
sólo partido, de moda al parecer entre los del ligayo. Rellenas datos de lo que ocurrirá
durante el encuentro, justo antes de dar comienzo. A la entrada das un recibo con tus
pronósticos, en los apartados de: pichichi, goles, córners, penaltyes, tarjetas amarillas
y rojas, saques de banda, tiros a puerta,... detalles que, a mi parecer, y supongo que
al de todo el mundo, resultan dificilísimos de vaticinar, si no imposible, y que la
mayoría rellenamos a tontas y a locas. Cuando llegamos al campo, los alrededores, están
infectados de aficionados, disfrazados con bufandas, camisetas, gorras, cintas y
merchandising oficial de su equipo. Este deporte, parece popular. Ha calado entre la
gente. Está en alza. Al parecer, el partido ha comenzado ya y hay ostias por entrar
rápidamente y perderse lo menos posible del, dicen, emocionantísimo partido de la
recontracopa del archiduque, o algo así. Durante la hora y pico que dura el partido,
empujamos, damos codazos, nos escurrimos, utilizamos el truco de la embarazada, el
del pase de palco, el de perdone, pero es que tengo un poco de prisa, nos colamos,
mas apenas llegamos al pasillo interior de la Romareda. Piiiiiiiiií. Final del
encuentro. Y ala, venga, todos para fuera. La misma operación. No hemos visto
absolutamente nada del dichoso partido. Y ahora, la avalancha de gente nos empuja
sin piedad fuera del recinto. La megafonía anuncia el resultado de la quiniela.
Apenas puedo levantar el ticket de los pronósticos para chequearlos, pero me temo
que no he acertado ni una. Lo tiro con rabia. - pero tío, que haces, ¿Has mirado
la pedrea?. Si coincide el pichichi ganas incluso más, - me grita Pronos desde debajo
de un gordo sudoroso embutido en una camiseta del equipo contrario.

- ¡ ¡y yo qué coño sabía!!. y, ¿diantre es eso del pichichi? además, cualquiera
encuentra ahora el papelito de los cojones. La masa nos lleva en volandas. Nuestros
pies apenas tocan el suelo, y cuando lo hacen es por que te pisa un rinoceronte
del ultra sur. una vez fuera del campo, me percato de la nueva ubicación del
legendario campo zaragocista. Rodeado por montículos prácticamente desérticos,
apenas se vislumbran rastros de civilización. Solamente, y como último recuerdo
de lo que fue en tiempos, queda, en uno de los laterales, el Rogelio's, el
restaurante de los aficionados al balompié. Antes de que, sorprendido, haga
comentario alguno, un hincha fuma-puros y bebe-coñac, comenta: - han elegido
bien el sitio. Los balones, cuando salgan escopeteaos fuera del campo, de uno de
los zurriagazos del paquete higuera, no molestarán más a los vecinos, y, además,
¡manda cojones!, aquí no hay delincuentes que los puedan robar.
Los incondicionales de ambos equipos, como buenos hermanos, unidos por la pasión
hacia el mismo deporte que alimenta nuestros espíritus, vacíos y sedientos, nos
ponemos en peregrinación hacia el horizonte, a la tierra prometida por los Dioses
del Olimpo: Zaragoza. Una vez cruzamos la estéril cordillera que circunda el
terreno de juego, el océano pacífico se abre frente a nosotros. Las famosas tres
carabelas, que en su día comandaron Colón y los Pinzones, ancladas en la playa,
nos llevarán a nuestro destino, no muy lejos de aquí. Algo apretujados,
los zaragocistas, nos acomodamos en los camarotes de las galeras, mientras los
visitantes, se atan sin rechistar las cadenas a los tobillos y las muñecas, se
quitan las camisetas, espolvorean talco en las palmas de sus manos, y se disponen
a remar rumbo a la ciudad inmortal.

El trayecto es dificultoso, por supuesto. Una o dos tormentas dan de tumbos a los
barcos, zarandeándolos, y llevándolos a la deriva. Pero la peor de las dificultades
nos espera al llegar a la costa aragonesa. Varios barcos piratas, con calavera
cruzada por tibias en banderas negras, nos esperan en uno de los recodos que forman
los riscos de la bahía. -¡es una emboscada!- grita el vigía, todavía vestido de
árbitro. el asalto es a muerte. Pronos ordena al contramaestre que libere de sus
cadenas a los hinchas. La lucha, sin cuartel, se lleva a millares de muertos y
heridos por delante. Es una carnicería, cruel y sangrienta. La piedad, nos la hemos
dejado en los camarotes. Aún así, ellos son asaltantes profesionales, y nosotros,
aunque valientes, nunca hemos utilizado espadas, cuchillos y pistolones más de lo
necesario. O sea, nunca. Sus galeotes, están provistos de poderosos cañones que
hunden nuestras carabelas, como si fueran de papel maché. Barcelona se quedará sin
recuerdo de la masacre de las Américas. Que se jodan. ¿Desde cuando mitificamos
genocidios?. Y el Real Zaragoza, esto lo siento un poco más, por Pronos, por
Hierónymus y Amiel, y algún que otro aficionado que conozco, tendrá que buscarse
la vida para próximos partidos. La batalla continúa en las arenas de la playa,
cuerpo a cuerpo. Algunos cuellos rebanados, algunos vientres agujereados,
vomitando vísceras y corazones que todavía laten, flotando sobre las olas. Sus
trabucos nos atraviesan despiadadamente. Una bala de cañón me ha volado una oreja,
y me falta algún dedo, pero son de la mano izquierda y aún puedo pelear.
Instintivamente retrocedemos intentando salir de la bahía a nado.
Es nuestra única escapatoria. Los piratas se quedan en la orilla, sabiéndonos
rodeados. O ellos, o la inanición, la sed, los tiburones, el agotamiento...
alejándonos cada vez más, me subo a uno de los laterales de una de las galeras
que a modo de barcaza de náufrago, flota en la superficie. En pie, arengo a los
supervivientes: - ¡vayamos mar adentro!, No dejemos que esas alimañas acaben con
nosotros, no permitamos que descuarticen nuestros cuerpos, albergue de nuestras
almas inmortales. En la mar moriremos como los capitanes intrépidos. allí donde
nace toda la vida, allí donde quedó sepultada la Atlántida, la más grande y
antigua de las civilizaciones. ¿Quién me sigue?. uno a uno, brazo a brazo, poco
a poco, los supervivientes apoyan mi propuesta.

(Enrique Bunbury)


VIDA:
Evolución, movimiento, cambio ... despertar, crear, renacer ... aceptación,
desprendimiento, libertad ... el Mundo, aunque no nos lo parezca
(las apariencias engañan), despierta lenta pero ansiosamente mirando hacia un
horizonte que siempre ha estado ahí, pero que apenas comienza a llamarnos la
atención. Nos toca internamente, a unos más, a unos menos; pero, cierto es,
a todos nos cosquillea el espíritu e invita a conocernos mejor de fuera hacia
adentro, y de dentro hacia afuera: allí dónde todos pertenecemos. En el lugar,
éste mismo, dónde todos somos individuos que forman uno sólo, uno que nos hace
únicos y hermanos, en relación con el sagrado círculo de la vida. En su interior,
todos estamos en relación con los demás y nuestro entorno... Tantos caminos que
conducen al mismo lugar, tantas maneras de expresar lo mismo, tantas palabras de
verdad y amor, tantas miradas enfocadas al mismo punto; pero nadie puede elegir
por el de al lado. Será nuestra luz interior quién tenga la última palabra.
Comenzar a escucharnos a nosotros mismos, es un buen punto de partida. Hay tanto
bueno en el mundo, para todos, en todos lados... Agradeciendo y respetando,
sin pasar por encima de nadie, (pues en el círculo sagrado de la vida nadie
está encima, ni abajo, ni delante, ni atrás), todas las líneas en el círculo se
cruzan, incluso más de una vez, tejiendo el bello sueño que es nuestra propia vida ...

(Enrique Bunbury)


INTROVERSIÓN:
Es nuestra forma de ver las cosas, para hacer reír ya están los inhumanos,
nosotros no somos así. Todo el mundo nos pregunta porque no nos reímos en las fotos.
y ¿por qué nos tenemos que reír ? ¿es qué el fotógrafo nos ha contado un chiste?
te aseguro que si algún fotógrafo nos contara un chiste saldríamos riéndonos a
carcajada limpia. de todas formas, sonreír premeditadamente es muy feo.
Nosotros no vendemos porque seamos guapos o simpáticos. queremos que consideren
nuestra música, no si somos simpáticos o antipáticos. queremos que la gente
escuche la música y diga si le gusta y se la compre. Algo tan sencillo como eso.
Lo que pasa es que es imposible que ocurra, la gente siempre quiere saber más sobre ti,
si tienes novia, donde vives. nuestra postura es no darles facilidades.
Hay que saber distinguir entre lo que es la profesión y lo que es la vida privada.
No me gustan las fotos ni la gente. no soporto las fotos y si pudiera, solamente me
haría las de carnet de identidad. y la gente porque es muy mala. todo el mundo
te esta avisando de como es fulanito o menganito. cuando empezamos a tocar en directo,
me decían que tuviera cuidado con los técnicos y yo no comprendo porque he de tener
cuidado con una persona a la que trato bien.

Música bastante triste y un poco sensible... pero mejor que elegir entre optimista
y pesimista yo prefiero decir que nuestra música es intimista. Son canciones que van
directamente a la persona que las escucha en particular, no hacia la masa. No se
refieren a nadie en concreto pero si tocan de lleno el corazón de quien las esta
oyendo en su casa. Nosotros ponemos mucha carga emocionasen lo que hacemos.
Nuestra música es muy tensa. no es optimista en absoluto.

(Pedro Andreu)


POLÍTICA:
Son cosas demasiado personales. si juan quiere participar en una campaña ecológica,
puede hacerlo, pero nunca el grupo. Héroes del silencio no busca que se mantenga el
ozono. Son cuestiones personales. yo no voy a decirle a la gente después de de tocar
una canción que no use un tipo de desodorante. Tampoco permitiríamos que se utilizase
una canción nuestra en un anuncio de televisión sea de condones o de burbujas. Lo más
nefasto que existe en el mundo de la música es que en vez de conocer una canción por
"everything you breath", la conozcas como "Tu vida cambio".
Nuestras canciones son sentimientos reflejados en música y no dejamos que las varíen.
Es como si al autorretrato de Van Gogh le pintas un bigote, yo, como persona, no estoy
apartado de nada. Me intereso por la política y me interesan los fenómenos sociales
pero eso no se puede hacer general al grupo porque es muy delicado. Decir, que, en primer
lugar, mi punto de vista no tiene porque coincidir con los demás miembros del grupo.
Nosotros queremos que la gente nos conozca por nuestra música y me parece un
error meter a un artista a hacer política.
En movimientos sociales es un poco distinto, por ejemplo creo que es cojonudo
lo que ha hecho el ultimo de la fila con su apoyo a los grupos ecologistas.
Lo que no me parece nada bien es lo que están haciendo muchos grupos, que
realizan giras con los grupos políticos en su campaña electoral.
Eso me parece una jilipollez, por muchas afinidades que puedas tener con ese partido,
la música es la música.

(Enrique Bunbury)



MALAS COSTUMBRES:
Si me cogen a mi como modelo de conducta el país se va a pique , Hay sexo, drogas y
alcohol, pero no me gustan porque disminuyen la capacidad creativa. hay gente que cree
que drogándose va a hacer mejores canciones, pero no va conmigo eso. lo veo bien como
experiencia, para poder decir: "se lo que me estas ofreciendo y aunque digas que es
maravilloso a mí me parece una mierda". siguen ofreciéndote siempre que pueden.
No nos quita el sueño. suponemos que la mayoría de la gente generaliza pensando que en
el rock no hay mas que frivolidad, que nos pasamos unas juergas impresionantes.
Indudablemente no es nuestro caso. Eso es uno de los mitos de la vida del rock ´n´ roll,
sobretodo cuando no tienes ningún tipo de relación fija en tu lugar de origen,
como es nuestro caso. las relaciones sexuales son muy importantes, y, desde luego,
las hay lo que ocurre es que suelen ser muy frustrantes. en el fondo ellas te conocen
bastante más que tu a ellas.
Yo no entiendo los sentimientos como una relación química. Para mi escribir una canción
es sacar algo de dentro de mi que yo no sacaría de ninguna otra forma. De palabra,
de corrido y hablando con alguien seria incapaz de expresar lo que digo en una canción.
Me daria tanta vergüenza... porque creo que a todo el mundo le avergüenza lo que hay de
más profundo en uno mismo. Y para nosotros una canción es lo más profundo que hay.
Las drogas y el alcohol ayudan mucho. El alcohol siempre ha desinhibido mucho.
Por algo se dice que los borrachos dicen más verdades que nadie.

(Enrique Bunbury)


ADOLESCENCIA:
También he pasado por malos momentos. Yo he tenido mi época nefasta, la adolescencia.
me gusta mucho como parte de un ser humano. No lo he pasado muy bien y es lo peor de
mi vida. por un monton de cosas, perder amigos, cambiar de colegio cinco veces en cinco
años, por encontrarme con muchos profesores que iban a pincharme porque no les gustaba
mi forma de vestir o mis pelos. aparte, era la época en la que mis padres más guerra
me daban. No creemos que la seriedad sea algo propio de adultos, precisamente la
adolescencia es lo más serio que hay, porque en esa época te planteas muchas cosas y
le das veinte mil vueltas a la cabeza... y me parece fantástico.
De mayor ya piensas que lo sabes todo y vas metiendo la pata cada día.

(Enrique Bunbury)


AMISTAD:
Si empiezas a ser conocido no se ganan ni se pierden amigos, se conservan. los conservas.
Yo tengo ahora los mismos que hace un año. se ve mucha gente que se acerca, o que solo
ha sido conocido tuyo, y, de repente, te das cuenta de que quiere ser intimo amigo.
Eso molesta porque lo encuentras ridículo. Creo que lo estoy llevando bien porque no soy
una persona a la que le guste pasearse. voy por los mismos sitios de siempre y la gente
que me ve ahora me ha visto toda la vida, no se sorprende de ver al melenas ese por ahí.

(Enrique Bunbury)



ADORACIÓN:
Nos gusta la gente que nos sigue. solo les pedimos que sepan diferenciar a nosotros
como personas y como grupo. Si no lo hacen y pretenden entrar en nuestras vidas,
entonces es cuando nos molestan. Hay un derecho a la intimidad que esta muy claro
¿no? quien lo respete bien; quien no, pues... bofetada! pienso que debe haber un
limite para todo. Alguna gente de tanto vernos en el escenario en la tele y de
sentirse tan fan y pensar tanto en el grupo, sobrepasa esa barrera y se mete en
nuestra vida privada. se creen que son superamigos tuyos, y tu solo les has visto
en algún que otro concierto y no les conoces de nada más.
Esa confusión se crea fácilmente y surgen situaciones muy difíciles cuando ese fan
se encuentra con cuatro personas reticentes... es complicada la relación fan/ídolo.

(Enrique Bunbury)


EL DOLOR:
A mi de pequeño me enseñaron que la muerte, el dolor eran algo detestable que había
que temer, que son momentos dramáticos...y yo estoy absolutamente en contra de esa
idea, de esas enseñanzas que nos tratan de inculcar de pequeños. Eso solo consigue
que vivamos inmersos en cultos de dolor. Para mi el dolor es parte natural del ser
humano y deberíaç ser aceptado e incluso aprovechado.

(Enrique Bunbury)


EL MEDIO AMBIENTE:
Creo que el medio ambiente somos cada uno de nosotros, es decir: si yo corto un árbol
enfrente de mi casa no solo me hago daño a mi sino a todo el planeta. Para mi lo único
que esta moviendo el mundo ahora es el capital y el afán por dinero y poder.
Los que tenemos actitudes que no cuadran con esto, debemos intentar, aún dentro de
nuestras escasas posibilidades, debemos, digo, hacer ver, que ese esquema no es el ni
el único ni el correcto.

(Enrique Bunbury)



LOS SUEÑOS:
Nuestros sueños son nuestra única vida real.

(Enrique Bunbury)